LOS SACRAMENTOS
En el cristianismo, un sacramento es un acto mediante el cual el creyente manifiesta su relación con Dios.
Nos une a Jesucristo. Nos introduce en su muerte salvífica
en la cruz, y por ello nos libera del poder del pecado original y de todos los
pecados personales, y nos permite resucitar con él a una vida sin fin. En el
bautismo nos convertimos en miembros del Cuerpo de Cristo, la Iglesia, en
hermanos y hermanas de nuestro Salvador e Hijo de Dios.
Después del bautismo, aquel
que elige libremente por una vida como hijo de Dios, pide el don del Espíritu
Santo que da la fuerza para ser testigo del amor y del poder de Dios con
palabras y obras. Quien se confirma se transforma en un miembro pleno y
responsable de la Iglesia Católica.
En este sacramento
Jesús se entrega a sí mismo por nosotros en su Cuerpo y Sangre, para que
también nosotros nos entreguemos a él con amor y nos unamos a él en la Sagrada
Comunión y a su único Cuerpo que es la Iglesia.
Es el sacramento que
nos permite reconciliarnos continuamente con Dios cada vez que sentimos que lo
hemos ofendido.
Se unge la frente y las
manos del enfermo con un óleo sagrado, acompañando todo con las oraciones
correspondientes, esto para otorgar consuelo, paz, y ánimo al enfermo, y para
unirlo de un modo íntimo con Cristo.
🙃😎
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